martes, 4 de diciembre de 2012

El Abuelo Rogger al Mallo Fire, Riglos

Vía El Abuelo Rogger, Mallo Fire, Riglos


Tenía muchas ganas de dedicarle una vía, que a mi entender fuera significativa a mi gran amigo Rogger Roussel. Yo llevaba más de media década sin entrenar, manteniendo mi forma física, a base de escalar un poco los sábados. Pero los que sabéis de esto entenderéis que para abrir este tipo de vías desde abajo, este entrenamiento suele ser insuficiente.
Por ese motivo, y viendo que cada año que pasaba me hacía un poco mayor, decidí no esperar más y emprendí la apertura de esta vía un mes de agosto del año 2007.
Recuerdo que acababa de llegar de la Costa Brava con mi familia, y como no tenía máquina ni paraboles, empecé la vía con la ayuda de Rogger una tarde que ascendimos, no más de 15 metros.
Al día siguiente Miguel Carasol, me prestó 10 Spitz del 10, y también con la ayuda de Rogger, puede terminar el largo.
Una vez terminado el largo, lo reforzamos con hasta 10 anclajes expansivos, los que puse abriendo el 2º día  son spitz y los demás son paraboles.
El 2º largo lo abrimos ya utilizando una maquina Makita, que dejaba colgada de un fifi, y luego subía para meter el parabolt. Este largo también lo abrimos casi todo en libre.
El tercer largo fue duro de pelar, pues estaba desplomado y roto. A unos 7 metros de la reunión, abriendo en libre, ya me avisó cuando en una superación me quedé con el bolo en la mano y no volé por que me quedé colgando de la otra mano en el agarre anterior.
A partir de ahí, detecté que la roca era pura cascarilla y decidí progresar en artificial, dejando un parabolt cada dos o tres pasos.
Una vez abierto el largo le dedicamos mucho tiempo a limpiarlo, pues como digo era pura cascarilla.
El cuarto largo es muy corto pero especialmente bonito. Se trata de un largo de transición, para cambiar al lado derecho del torreón, ya que no quería alterar el itinerario de la vía Mediterraneo.
En la cuarta reunión, hicimos una travesía a izquierdas de unos 8 metros buscando un lugar mejor para poder pasar la noche, ya que no queríamos bajarnos sin alcanzar al menos la base del torreón.
A la mañana siguiente abrimos el 5º largo.
El sexto largo lo abrí usando bastantes paraboles para progresión, pues la roca es de piedra pequeña, desplomada y de alta dificultad, no me encontraba capaz de abrir en libre desde abajo, excepto en varios tramos que si la repetís veréis que los paraboles alejan un poquito.
El séptimo largo lo abrí casi todo en libre. De grado más moderado, es un excelente largo.
La primera ascensión integral la hicimos saliendo por la fisura del último largo de la fisura Gallego-Carrillo.
Más tarde con Toño Carasol, fuimos a abrir el ultimo largo. Toño me descolgó a la 7ª reunión. Le pedí que bajara ya que yo quería abrirlo desde abajo, pero se negó y me ví obligado a subir asegurado desde arriba, equipando dicho largo en el ascenso.

A mi criterio ha quedado una vía excelente, de buena roca en general, grado medio exigente y muy dura.

Abriendo el 4º largo
Abriendo el 3er largo

Despertar en el Vivac del 4º largo. Luis Miguel
Despertar en el Vivac del 4º largo. Fernando


Luis Miguel en el 6º largo
Abriendo el 6º largo





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Patones, sector Peregil, ví Lucifer